Despidos, suspensiones y caída salarial: la industria atraviesa su peor crisis en años

La industria argentina vive un momento crítico que ya no solo se refleja en indicadores económicos, sino en la realidad cotidiana de los trabajadores. Despidos, suspensiones, recortes de horas extra, retiros voluntarios y adelantos de vacaciones se multiplican en un sector cada vez más reducido, con paritarias que no logran sostener el poder adquisitivo.

Entre noviembre de 2023 y agosto de 2025 se destruyeron 138.573 empleos privados registrados, según datos recopilados por la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA). De ese total, 42.406 puestos pertenecían a la industria manufacturera. Si se suman minería y construcción, el impacto asciende a 111.747 empleos perdidos, lo que representa el 80 por ciento de la caída laboral reciente.

El deterioro empresarial también es profundo: cerraron 1.974 industrias y 1.790 constructoras, lo que implica pérdida de capacidades productivas y retroceso en el desarrollo económico. Para los gremios, el mensaje es directo: “Sin industria no hay empleo”.

El 75 por ciento de los sindicatos reportó un empeoramiento de la situación productiva en el último trimestre. Ventas en baja, producción frenada y capacidad instalada subutilizada dominan el panorama. Solo el 12,5 por ciento registró inversiones y 62,5 por ciento marcó caída en exportaciones.

En materia laboral, los adelantos de vacaciones alcanzan al 54,1 por ciento de los trabajadores, los retiros voluntarios al 50 por ciento y las jubilaciones anticipadas al 41,7 por ciento. A su vez, el 58,3 por ciento de los gremios denunció más despidos en los últimos meses.

La negociación salarial se encuentra fragmentada, con actualizaciones mensuales o trimestrales que dificultan la planificación familiar. Según la CSIRA:

• 33,3 por ciento de los acuerdos queda por debajo de la inflación
• 60 por ciento apenas la empata
• Solo 4 por ciento logra una mejora real

Casi el 96 por ciento de los sindicatos tuvo dificultades para negociar debido a la recesión y la falta de previsibilidad. En la mayoría de los casos, la discusión se reduce únicamente a salario, dejando de lado mejoras laborales estructurales.

Las expectativas a futuro son aún más duras: 86,4 por ciento de los gremios cree que la situación empeorará en el próximo trimestre. Ninguno espera mejoras. Entre los factores que más preocupan aparecen: pérdida del poder adquisitivo, apertura importadora, impacto del FMI y caída de exportaciones.

El informe concluye que 2025 se perfila como un año de recesión profunda, con menor empleo, menos producción y paritarias en emergencia permanente, golpeando de lleno el presente y el futuro de las y los trabajadores industriales.