La actividad metalúrgica se desplomó en octubre y crece el desempleo en casi todas las provincias

La industria metalúrgica registró en octubre una caída interanual del 4,6 por ciento y opera con solo 44,3 por ciento de capacidad instalada, uno de los niveles más bajos desde la pandemia. De acuerdo con el informe de ADIMRA, el repunte mensual de apenas 0,3 por ciento fue insuficiente para revertir los retrocesos previos. En lo que va de 2025, el sector acumula un crecimiento marginal del 0,1 por ciento, perdiendo prácticamente toda la recuperación alcanzada desde mediados de 2024.

El deterioro se profundiza en los segmentos más vinculados a la inversión y la fabricación de bienes de uso industrial. El rubro fundición se desplomó 12,7 por ciento, seguido por bienes de capital (menos 3,9 por ciento), autopartes (menos 2,5 por ciento), equipos eléctricos (menos 8,6 por ciento), equipamiento médico (menos 3,7 por ciento) y otros productos de metal (menos 2,8 por ciento). La maquinaria agrícola retrocedió 0,8 por ciento, mientras que carrocerías y remolques, pese a crecer 2,6 por ciento, atraviesa un enfriamiento luego del primer semestre.

Uno de los elementos más críticos es el avance de las importaciones. En septiembre alcanzaron 2.717 millones de dólares, un salto del 18,7 por ciento interanual en dólares y 42,6 por ciento en toneladas. Desde mediados de 2024, las compras externas crecieron 84,7 por ciento, presionando a la producción nacional. El presidente de ADIMRA, Elio Del Re, advirtió que la industria “atraviesa un momento muy complejo” y reclamó políticas industriales activas para evitar la destrucción de empleo y capacidades fabriles.

Las caídas alcanzaron a casi todo el país: Buenos Aires encabeza con -7,7 por ciento, seguida por Mendoza (-4,4 por ciento), Córdoba (-3,7 por ciento) y un retroceso más moderado en Santa Fe (-2,2 por ciento). Solo Entre Ríos mostró una mejora marginal del 0,5 por ciento. En materia laboral, el empleo metalúrgico cayó 2,9 por ciento interanual, con empresas que reportan recortes en turnos, suspensiones y freno de nuevas contrataciones.

Las expectativas empresarias tampoco anticipan alivio: el 67,4 por ciento espera mantener o reducir producción y el 83,3 por ciento no planea incorporar personal o prevé ajustes en sus dotaciones. En un contexto de demanda débil y financiamiento restringido, los industriales advierten que los próximos meses serán “determinantes para la continuidad de numerosos establecimientos”.