Winclap acelera su dominio en Latam: la startup cordobesa que escala compañías con marketing digital y algoritmos propios

Winclap, la startup cordobesa fundada por Mariano Sáenz y Gonzalo Olmedo, atraviesa un momento de consolidación dentro del ecosistema tecnológico latinoamericano. Lo que comenzó como una empresa orientada a construir soluciones tecnológicas para marketing digital terminó convirtiéndose en un jugador regional, con presencia en seis mercados y una estructura que ya emplea a más de 300 personas, además de articular una red de 1000 creadores de contenido que dependen económicamente de su plataforma.

Su modelo organizacional, bautizado como “híbrido libre”, eliminó la obligatoriedad de asistir físicamente a la oficina. Apenas entre 20 por ciento y 30 por ciento del equipo opta por ir de manera presencial; la mayoría trabaja desde distintas ciudades del continente. Winclap opera desde oficinas en Nueva York, México, Brasil, Colombia, Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y Chile, en un esquema diseñado para escalar operaciones y acelerar procesos.

La compañía divide su propuesta en tres unidades tecnológicas, todas orientadas a un objetivo central: adquirir más usuarios y clientes para sus marcas asociadas.

La primera unidad se enfoca en la optimización de inversión en medios digitales, especialmente para empresas que destinan “decenas de millones de dólares” a plataformas como Meta, Google y TikTok. A través de un algoritmo propio, Winclap procesa enormes volúmenes de compra publicitaria y garantiza que cada dólar sea invertido con el máximo rendimiento, explica Sáenz.

El segundo pilar es un marketplace de creadores, que conecta a marcas con miles de influencers, desde celebridades hasta micro y nano creadores, y gestiona campañas end-to-end para empresas como Mercado Libre, Rappi, PedidosYa y Naranja. El proceso abarca estrategia, elección de perfiles, producción y análisis, transformando lo que antes era una agencia tradicional en un modelo automatizado, escalable y basado en datos.

El tercer eje es la inteligencia de datos aplicada a la conversión, donde la empresa utiliza algoritmos predictivos para determinar el incentivo exacto, cupones, créditos, puntajes, que incrementa la probabilidad de compra de cada usuario. Este sistema, ya adoptado por apps de delivery y cadenas de fast food, permite personalizar promociones en tiempo real y aumentar la recurrencia.

Para Sáenz, el ADN de una startup se define más por su cultura que por su tamaño. “Velocidad, pensamiento digital y capacidad de pasar de cero a mucho en tiempos impensados”, describe. Es por eso que empresas gigantes como Mercado Libre o incluso Apple siguen, según él, operando con mentalidad emprendedora.

Aunque destaca el crecimiento del ecosistema de Córdoba, Sáenz reconoce un desafío pendiente: generar empresas que alcancen una escala similar a Arcor, Naranja o Mercado Libre, lo que daría a la región una visibilidad global aún mayor. Aun así, sostiene que el entorno emprendedor local es “superdesarrollado”, competitivo, colaborativo y fértil para nuevas iniciativas.